Cómo convertirse en su propio asesor financiero

“Si no sabes hacia dónde te diriges, podrías terminar en otro lugar” – Yogi Berra
Si construyes una casa sin un plan, ¿qué tipo de resultados esperarías? En teória, podrías tener suerte y terminar con la casa de tus sueños. Sin embargo, lo más probable es que la casa no se parezca en nada a lo que deseabas. Es posible que tenga que mover las puertas y ventanas, construir nuevas paredes y derribarla, o algo peor.
Invertir no es diferente. Sin un plan, podría (nuevamente, en teória) tener suerte, pero las probabilidades están en su contra. Sin metas, y un plan bien pensado para alcanzar esas metas, probablemente no terminará donde quiere estar financieramente, ni a corto ni a largo plazo. Tienes que hacer metas para alcanzar los objetivos.
Hay varias formas de abordar los objetivos de inversión.
Tradicionalmente, los inversionistas se han enfocado en generar la mayor rentabilidad posible o ganarle al mercado, mientras permanecen dentro de sus zonas de confort en términos de riesgo. Un enfoque relativamente nuevo para la gestión del patrimonio es la inversión basada en objetivos, que enfatiza la inversión con el objetivo de alcanzar objetivos específicos, como comprar una casa, ahorrar para la educación de su hijo o crear una jubilación, en lugar de comparar los rendimientos con un punto de referencia. La teoría es:
- Establecer objetivos hace que sea más probable que ahorre y logre cada objetivo.
- Estará más motivado para alcanzar un objetivo, ya que puedes medir su progreso.
- Puede considerar el horizonte temporal y el nivel de riesgo por separado para cada objetivo e invertir en consecuencia.
Cualquiera que sea el enfoque que prefiera, lo importante es hacer algo, y no solo dejar su salud financiera al azar. Muchas personas trabajan con asesores financieros que pueden diseñar sus opciones y ayudarlo a encontrar inversiones que coincidan con su nivel de riesgo. En muchos casos, trabajar con un asesor financiero tiene sentido, pero es posible ser el suyo, si está dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo.
Establece tus metas
El primer paso para una inversión exitosa debe ser definir objetivos alcanzables. Es útil preguntarse, “¿Por qué quiero invertir?”. Hay muchos objetivos, así que realmente piense en lo que espera hacer financieramente. Está invirtiendo para:
¿Crear una cuenta de retiro?
¿Comprar una casa de vacaciones?
¿Crear un flujo de ingresos durante la jubilación?
¿Donar a la caridad?
¿Comenzar un negocio?
¿Dejar un legado financiero a su familia?
¿Pagar una boda?
¿Ahorrar para una casa?
¿Ahorrar para la educación de sus hijos?
¿Tomar unas vacaciones especiales?
¿Todo esto?
Ahora, organice sus objetivos según el horizonte de tiempo para alcanzarlos: corto y largo plazo
En lugar de simplemente hacer todo esto en la cabeza, escríbelo. Poner sus objetivos en papel los hace más “reales” y será más probable que piense en ellos. Además, puedes compartir tus metas con tu pareja, familia o amigos, lo que puede darte un pequeño impulso motivacional.
Decida cuánto necesitará
El siguiente paso es ponerle una cifra en dólares a cada objetivo. Con algunos objetivos, es fácil decir cuánto necesitará: por ejemplo, planea gastarse $5,000 para pagar su boda, o si desea ahorrar $10,000 para un viaje alrededor del mundo. Con otros objetivos, es un poco complicado determinar una cantidad específica, por lo que tendrás que dedicar un tiempo a analizar los números. Hay muchas calculadoras en línea que pueden ser de ayuda; solo debe buscar el tipo de calculadora que necesita, como “calculadora de jubilación” o “calculadora de ahorros para la universidad” para comenzar.
Una vez que tenga una lista de metas y objetivos financieros para cada una, es más fácil planificar, presupuestar y elegir las inversiones correctas.