Entendiendo los bonos

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Para financiar sus proyectos de gobierno, inversiones y desarrollo social, los gobiernos emiten bonos como una manera de facilitar el acceso a capital.

No obstante, todos nosotros, nos guste o no, somos afectados (positiva o negativamente) por el mercado de bonos. Primero, una gran parte del dinero que dejamos para nuestra vejez termina siendo invertido en bonos. Segundo, debido a su gran tamaño y a que los grandes gobiernos son considerados como los prestatarios más confiables, es el mercado de bonos el que establece las tasas de interés a largo plazo para la economía en general. Cuando caen los precios de los bonos, las tasas de interés se disparan, con dolorosas consecuencias para todos los prestatarios.

La manera en que funciona es así. Alguien tiene $100,000 dólares que desean ahorrar. Comprar un bono de $100,000 dólares mantiene el capital seguro mientras que proporciona pagos regulares al ahorrador. Para ser precisos, si el bono paga una tasa fija o cupón de 1.5%, el ahorrador recibirá $1,500 dólares al año (para calcular el interés del mercado, divida el cupón entre el precio de mercado: 1.500 / 10.000 = 1.5%).

Ahora imagine un escenario en el cual los inversionistas en el mercado de bonos están paralizados por el enorme tamaño de la deuda del gobierno de Estados Unidos. Supongamos que los inversionistas comienzan a preocuparse de que Estados Unidos no pueda cumplir con los pagos anuales a los que se comprometió. En tales circunstancias, el precio del bono bajaría a medida que los nerviosos inversores vendieran sus bonos. Solo se encontraría compradores a un precio lo suficientemente bajo como para compensarlos por el mayor riesgo de incumplimiento.

Imaginemos que el precio de nuestro bono cayó a 80,000. Entonces el rendimiento sería 1,500 / 80,000 = 1.88%. De un plumazo, las tasas de interés a largo plazo para la economía en su conjunto pasarían del 1.5% al ​​1.88%.

Las personas que invirtieron en bonos para su retiro antes del movimiento del mercado estarían un 20% abajo en su capital, ya que este habría disminuido tanto como el precio del bono. Además, las personas que querían obtener una hipoteca después de la mudanza del mercado se encontrarían pagando 0.38% más (o $20,000 dólares sobre una hipoteca de $250,000 con una tasa de interés de 5%)

Sin embargo, lo mismo puede y suele suceder si el bono se aprecia en valor. Los intereses del mercado se adaptan favoreciendo al consumidor, dada la positiva perspectiva sobre el futuro del país.

Por esta razón, es muy importante como consumidores e inversionistas estar pendientes de la manera en que nuestro gobierno maneja el capital que nosotros, los que pagamos impuestos e invertimos en el país, les damos. Entre más corrupción y gastos fantasmas, mayor la deuda que nos seguirá a pagar.

Los proyectos sociales y de infraestructuras, obviamente si justifican endeudar el país. No obstante, es nuestro trabajo presionar para que el dinero sea utilizado eficientemente.

El dicho de “robó pero por lo menos hizo” afectara la economía (deuda) de maneras poco predecibles. Y no hacer nada, también, puede debilitar el desarrollo y perjudicar la positiva percepción del mercado local.